A veces el agua tiene color

Heidi Lechner-Wiens

En el marco del “Sexto Diálogo Interamericano sobre la Gestión del Agua” se realizó una visita al lago Atitlan, en la cercanía de la ciudad Guatemala City. El lago tiene una superficie de 15 km2 mientras que la cuenca hidrográfica del lago alcanza 301 km2. El Atitlan está altamente contaminado, debido a varios factores: la alta densidad poblacional (22.000 hab./km2), muchos municipios, crecimiento de la ciudad y centros de industrias y comercios. Además hay que mencionar, que la situación se ve agravada debido a que no existe todavía un plan de ordenamiento para la zona.

La primera parada se realizó en el laboratorio analítico de la AMSA*, el cual se ubica fuera del alcance de la cuenca hidrográfica. El laboratorio cuenta con diferentes secciones para analizar desechos sólidos, además cuenta con un laboratorio de agua. Nos cuenta el Sr. Ing. Edgar Rolando Zamora Ruiz, Director del AMSA, que aquí nos encontramos fuera de la cuenca hidrográfica del lago, hecho positivo según el, por que aquí se practicó relleno sanitario debido a la existencia de un vertedero. Los desechos producen sustancias lixiviadas razón por la cual se sellen intercaladamente con arcilla, medida de prevención para impedir una percolación de líquidos contaminantes hacía zonas de suelo más profundas. Sigue el Sr. Pablo con sus explicaciones:”Dentro de poco vamos a vender gas de Metano, que se está produciendo en consecuencia de la deposición de sustancias lixiviadas. Existe una empresa inglesa, Carbontrade, interesada en entrar en negocios con la AMSA para adquirir Metano.

Para realizar el relleno sanitario, se reciben diariamente materiales de construcción con el fin de usar en forma de reciclaje estos materiales para el relleno, hecho que en días de lluvia se complica, debido a que los camiones no pueden llegar. Además, nos cuenta el Sr. Zamora,se realizan pequeños proyectos de reciclaje de basura con la población y se prevé una planta de tratamiento de efluentes con la incorporación de vegetales biofiltradoras, como la Typha o también la Eichhornia crassipes .

En el lago Atitlán, ubicado a 32 km de la ciudad de Guatemala, con una profundidad media de 15 m existe una limitada biodiversidad, debido a que el lago se encuentra en un estado de asfixia , o sea, de escasez de oxígeno. Se habla de un proceso de eutrofización y condiciones anaeróbicas. Por un lado llegan prácticamente todos los efluentes de la cuenca hidrográfica al lago lo que causa contaminación directa, y por el otro lado esto trae mucha materia nutritiva para las algas azules y otros seres fotosintetizadotes .En consecuencia las algas y otras consumen demasiado oxígeno y el lago muere.

Cuando el grupo llega a las orillas del Atitlán y entra en las lanchas, nota un olor fuerte y se puede ver, sin lupa o arte del científico, que las aguas tienen una capa de color verde. Esta capa es la suma de las algas microscópicas. Nos había informado el Ing. Zamora, que en ciertos puntos del lago se han instalado oxigenadores con el fin de mover las capas de agua y a través del ingreso de oxígeno destruir microorganismos no deseados. Es una práctica muy aplicada también en lagunas de efluentes biológicas.

Desde las lanchas se pueden observar varios sitios con oxigenadores, algunos parecen fuentes decorativas, otros trabajan sin llamar la atención. Durante el trayecto con la lancha podemos observar mejor también la costa y montañas aledañas, donde se cultivan maíz y otras especies hasta la cima y, además, sin tener terrazas. Seguramente esta práctica causa alta erosión de suelo y colmatación lenta pero segura del lago.

* Heidi participou da Iniciativa WaterReach como especialista e acompanhou os jornalistas na visita ao Lago Atitlán.

Medidas

La lancha pasa de repente una barrera hecha de Eichhornia, planta que se llama también camalote y que tiene características muy positivas en cuanto a su capacidad de purificar agua. También tiene características nutritivas, curativas y hasta se pueden producir artefactos como muebles de ella. Aquí, en el lago Atitlán, se usa como barrera para evitar una posible contaminación por parte del vertedero, y tal vez también es positivo para retener la capa de algas. Para más adelante se podría esperar también el efecto purificador.

En el laboratorio nos habían informado que el índice de contaminación es muy alto .El índice biológico como DQO y DBO era malísimo pero también elementos como plomo, cianuro, arsénico mercurio y magnesio están muy por encima de los valores permitidos, debido a las múltiples actividades indústriales que se realizan en la cuenca. Una medida más que se está implementando, para mejorar la calidad de agua, es la introducción de peces, sobre todo de la especie Tilapia, un intento que se ha importado de otros sitios y países donde ha resultado.

El paisaje es hermoso e invita a realizar actividades turísticas y la población por costumbre sale para pecar. Sin embargo, el panorama pintoresco nos engaña, pues por de bajo de la superficie encontramos problemas ambientales que solo con iniciativas integradas por diversos sectores y con la cooperación del pueblo se van a poder resolver. Otros países ya han purificados sus lagos y con la puesta en práctica de estos modelos y cooperación integrado de los diversos sectores se pueden lograr a veces milagros. Aquí en el lago Atitlán se observan varias medidas positivas que a largo plazo pueden traer la recuperación de sus aguas.

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